Limitación de precios
Limitación de precios en las mascarillas; escasez
Esta semana el gobierno ha limitado el precio de venta de las mascarillas quirúrgicas. Esta limitación ha llevado a la desaparición de las farmacias de dichas mascarillas. Los hechos son los siguientes:
Escenario
Estamos en medio de una pandemia con el virus SARS-CoV-2 que provoca la enfermedad covid-19 y por la cual están muriendo cientos de miles de personas en todo el mundo. La situación en España es especialmente difícil, aquí la pandemia se ha cebado y a día de hoy tenemos los peores números del mundo. Más de 200.000 infectados de los que hay más de 90.000 casos activos y más de 22.000 muertos. La situación ha sido y es muy difícil aunque por fortuna ya se va viendo la salida. Los casos activos (el verdadero dato importante) empiezan a estabilizarse que es el paso previo a que empiecen a bajar. Es posible que ya estén bajando. Esto cambia el escenario que teníamos hasta ahora. Cuando los casos activos empiezan a bajar, es cuando los países empiezan a quitar el confinamiento. Este se hará de forma escalonada para ir controlando esa bajada de casos activos. Hasta ahora lo único que teníamos que hacer es quedarnos en casa. Ahora tendremos que empezar a salir y es cuando surge el problema. Necesitamos mascarillas para todos.
El problema
Vivimos una pandemia global. Todos los países del mundo están afectados y todos los países del mundo demandan material sanitario. Esto ha provocado una subida exponencial de la demanda de material sanitario que ha provocado un aumento de precios de dicho material. Si antes una mascarilla quirúrgica costaba unos pocos céntimos ahora supera el euro o los dos euros. Esto ha provocado las protestas de los españoles que ven el aumento de precios como un ataque directo a su economía. Si tenemos en cuenta que mucha gente se ha quedado sin trabajo y con ingresos mínimos y que para salir a la calle va a ser obligatorio llevar mascarilla (a la fecha de este escrito no es obligatorio pero sí recomendable), parece lógico enfadarse. La gente ve como además de tener un gasto nuevo (compra de mascarillas) ese gasto se ve incrementado por la subida de precios. El problema parece ser muy claro y es la subida del precio de las mascarillas. La solución también parece clara, limitar ese precio. Parece algo lógico. El problema es que el mundo es más complicado y las soluciones fáciles no suelen ser soluciones. Como siempre el análisis del problema es equivocado y por tanto la solución también. El problema no es el aumento de precio, el aumento de precio de las mascarillas es la consecuencia del problema y no el problema. El problema es el exceso de demanda de mascarillas en relación a la oferta disponible. Hasta ahora la oferta de mascarillas cubría la demanda de las mismas, pero al haber una pandemia mundial la demanda se ha disparado tanto que la fabricación de mascarillas no da para cubrirla. Necesitamos que se fabriquen más mascarillas y el aumento de precio es fundamental para que esto ocurra. Si aumenta el precio de las mascarillas muchas empresas de la industria textil empezarán a fabricar mascarillas ya que la demanda de ropa ha bajado pero la de mascarillas ha subido. Si es muy rentable fabricar mascarillas porque el precio es alto, muchos empezarán a fabricarlas, esto aumentará la oferta y por lo tanto bajará el precio de las mismas. Que suba el precio es la garantía de que nos vamos a poner a fabricar mascarillas para que todo el mundo pueda tener una y a un precio razonable. Ahora las mascarillas son caras, en unos meses volverán a su precio normal.
Solución
El gobierno de España ha demostrado populismo al limitar el precio de las mascarillas quirúrgicas. La gente pedía su limitación de precios y ellos para contentar lo han hecho. Por suerte aunque son populistas no son idiotas y no han limitado el precio de todas las mascarillas sino sólo de las quirúrgicas. Ellos saben que no es inteligente quedarse en plena pandemia sin mascarillas. Efectivamente si limitas el precio, te quedarás sin el producto. Esto es fácil de entender. Si un fabricante de mascarillas tiene un cliente español que le paga por ejemplo 50 céntimos por mascarilla y uno de cualquier otro país que le paga 1 euro por cada mascarilla ¿a quién creen ustedes que va a vender las mascarillas? Si vendiendo a un español gana X por el lote, vendiendo a uno extranjero ganará 2X (el doble). Si un intermediario (una farmacia o un comercio que venda mascarillas) va a comprar mascarillas para ponerlas a la venta, no podrá pagar un precio mayor del que puede vender. Si la farmacia puede vender cada mascarilla a 0,96 euros (precio fijado por el Estado) no va a pagar por ella 1 euro o 1,50 euros. Nadie vende para perder dinero. La consecuencia es la escasez de mascarillas. La única solución, y esta es la única nos guste o no, es pagar por las mascarillas su precio real, su precio de mercado. Si no pagas el precio que te piden por ellas, no te las van a vender. Esta es una situación especial que no va a durar mucho y me refiero a la situación en la que debemos salir con mascarilla a la calle y estas tienen un precio muy alto. Esto durará poco tiempo y por eso el gobierno puede comprar mascarillas a precio de mercado y repartirlas entre la población o ponerlas a la venta a un precio inferior. De esta forma se asegura que todo el mundo, independientemente de su poder adquisitivo, tiene mascarilla. Al ser una situación especial y durante un periodo de tiempo breve hay muchos casos de filantropía, esto también va a ayudar. Hay mucha gente donando dinero para pagar todo este gasto extraordinario. La única solución para no quedarse sin mascarillas es pagar su precio y por suerte el gobierno lo sabe y por eso no ha limitado el precio de todas las mascarillas sino de las peores.