La Mano Invisible
El panadero no se levanta a las 4 de la mañana para que tú tengas pan, sino para ganar dinero pero esas ganas de ganar dinero hacen que tú tengas pan.
Decía Adam Smith en su libro, o más bien libros porque son siete, la riqueza de las naciones
que la economía funcionaba como si una mano invisible distribuyera el trabajo y le dijera a cada uno lo que debía hacer. Evidentemente era una manera de explicar la cooperación voluntaria que se produce en la economía.
La economía es comercio y el comercio es cooperación. Los socialistas piensan que esta actividad debe regularse para decir a cada cual lo que debe hacer, cuando ganar por su actividad y por cuanto vender. Parece lógico que alguien deba poner orden para saber cuánto hay que producir de esto o lo otro haciendo antes un estudio de las necesidades. Esto es porque vemos que es una actividad complicada en la que miles o cientos de miles de personas intervienen en la fabricación, distribución y venta de un producto.
Por ejemplo analicemos cuanta gente entra en la fabricación y venta de un lapicero. El lápiz tiene una mina de grafito. El grafito debe extraerse en una mina, debe transportarse hasta la fábrica de lapiceros. Si analizamos solo esto, veremos que la mina necesita herramientas que están hechas con metal que debe ser extraído, transportado y transformado. La mina necesita energía, que debe ser producida con otras herramientas y transportada. Solo hasta aquí puede que ya hayan colaborado miles de personas. El lapicero también tiene madera. La madera debe ser cortada, tratada y transportada, aumentando así el número de personas que colaboran en el proceso de fabricación del lapicero. El lapicero además tiene una goma de borrar y un casquillo metálico que une la goma con el lapicero, además el lapicero está pintado con pintura que también debe ser fabricada etc. Como hemos visto un simple lapicero tiene a miles de personas colaborando para su fabricación y ahora falta su transporte y distribución en el que entrarán en juego más personas. Esas personas no se conocen, puede que ni siquiera hablen el mismo idioma, ¿Cómo es posible que colaboren? El socialismo te dirá que hace falta un cerebro central que coordine ese trabajo. Como ya he explicado en el teorema de la imposibilidad del socialismo, eso es imposible. La cantidad de información necesaria para hacer eso es inmensa, imposible de recoger y almacenar, mucho menos de analizar y si todo eso fuera posible, ese análisis estaría obsoleto porque solo determinaría las necesidades de cuando se recogieron los datos, y no las necesidades actuales.
Adam Smith es el primero en hablar de esa mano invisible que coordina todo. La mano invisible es el propio mercado. La gente trabaja, no como dice el socialismo para el bien común, sino para mejorar su propia vida. El egoísmo es el que nos hace trabajar y no la solidaridad. La gente trabaja para ganar dinero y no para ofrecer algo. Las personas se esfuerzan en el trabajo con el fin de ganar dinero y así mejorar nuestra vida y la de nuestra familia. Para eso deben ofrecer algo a la sociedad que esta demande. Si trabajas fabricando o dando un servicio que nadie quiere, no ganarás dinero ya que nadie te pagará por comprar ese producto o servicio. Si trabajas y no ganas dinero, pronto recibirás el mensaje de que eso que ofreces no es necesario. Por el contrario si algo es muy necesario, su valor subirá y se pagará mucho. Ganar mucho dinero es un mensaje que te dirá que debes seguir fabricando eso o dando ese servicio porque es algo que la sociedad demanda. Ese mensaje lo recibirán los demás. Verán que ganas mucho dinero y su propio egoísmo, sus ganas de ganar dinero, harán que empiecen a fabricar ese producto o dar ese servicio. Al haber más gente produciendo eso, el precio bajará y se pagará menos ya que habrá más oferta. A medida que el precio baja, menos gente entrará en ese negocio y así el precio alcanzará una estabilidad. Esa es la mano invisible, eso es lo que regula el mercado y hace que todos colaboren, las ganas de ganar dinero y vivir mejor.
Entonces, el egoísmo es el que hace que la gente colabore y ofrezca algo al mercado que este demanda. Los fabricantes de grafito, producen grafito porque alguien se lo compra y ganan dinero. Eso es lo que hace que colaboren. Se acude al mercado para comprar lo que necesites y das al mercado lo que este necesita. Todo esto se hace con la referencia del precio. Es el precio de algo lo que te dice si eso es demandado por la sociedad. Un precio alto y muchos beneficios te dirán que ese producto o servicio está muy demandado y hay poca oferta, pocos beneficios te dirán que ese producto o servicio tiene mucha oferta en el mercado y que por lo tanto no deberías entrar a producir eso. Esa es la auténtica mano invisible.
Ahora mírate a ti mismo ¿trabajas para dar algo a la sociedad o para ganar dinero? El panadero no se levanta a las 4 de la mañana para que tú tengas pan, sino para ganar dinero pero esas ganas de ganar dinero hacen que tú tengas pan.