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Ahorre en multas

No caiga en la trampa del ayuntamiento y ahorre en multas


En estas fechas de compras y regalos generamos mucha basura y con frecuencia esa basura es de cartón. Cada vez más compramos esos regalos por internet y nos los envían por correspondencia. Toda esa basura como es lógico la eliminamos tirándola y cada vez más (afortunadamente) la llevamos a los contenedores de reciclaje. Ciudades como Madrid han reducido la frecuencia con la que vacían esos contenedores y es aquí donde surge el problema.


Era alcalde Alberto Ruíz Gallardón cuando creó la figura del comisario político de los desperdicios. La propaganda política dijo que en favor de la ecología y del bienestar de los ciudadanos el ayuntamiento pondría unos inspectores de basura con el fin de abrir la basura e inspeccionar que los vecinos de la ciudad de Madrid reciclaban. De encontrarse que no era así, se impondrían multas. Hubo un escándalo entre los madrileños que además acababan de sufrir una subida de impuestos poniendo otra vez la tasa de basuras. Dicha tasa en tiempos del anterior alcalde se sumó al IBI (Impuesto de Bienes e Inmuebles) que es un impuesto que paga todo aquel que tenga un inmueble en la ciudad. Cuando Gallardón puso de nuevo la tasa de basuras, no se bajó el IBI con lo que se pagaba el IBI en el que estaba incorporada la tasa de basuras más la tasa de basuras. Ahora nos decían que no solo se iba a pagar dos veces la tasa de basuras sino que nos multarían si no reciclábamos. Este malestar de los vecinos se saldó con una rectificación a medias, el ayuntamiento revisaría pero no multaría.


Alberto Ruíz Gallardón fue premiado por su despilfarro de las arcas públicas (dejó la ciudad muy endeudada) con un ministerio. Al ser nombrado ministro de justicia, dimitió como alcalde. Entonces su segunda en el cargo, Ana Botella se hizo con la alcaldía. Ana Botella en general hizo una buena gestión ya que bajó los impuestos y la ciudad pasó de tener un déficit galopante a tener más de 1000 millones de superávit. Pero no todo fue bueno y una de las cosas malas que hizo fue rescatar la figura del comisario político que revisaba las basuras para multar al ciudadano. En este caso se centró en las comunidades. Como otra vez hubo un escándalo en vez de multar a la persona se centró en multar a las comunidades de vecinos. Si un vecino no reciclaba, se multaba al edificio. Gracias a que Gallardón puso esa figura, años más tarde se pudo dar este paso. Y gracias a dar este paso, la siguiente alcaldesa dio el siguiente.


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La siguiente alcaldesa, Manuela Carmena, llegó al poder. Ahora ya no había escapatoria. La figura del comisario político de las basuras ya llevaba años impuesta y además ya había multado. Ahora el siguiente paso se iba a dar, multar a todo aquel que no recicle.


Retomemos lo dicho en el primer párrafo, la gente compra por internet lo que genera basura de cartón, pues viene en cajas, y además el ayuntamiento ha quitado frecuencia de recogida. Debido a que las compras por internet vienen por mensajería, en las cajas de cartón en las que vienen las compras llevan una pegatina con el nombre del destinatario y la dirección. Cuando bajamos la caja al contenedor, con frecuencia está lleno. En estas fechas de muchas compras, siempre está lleno. El ayuntamiento no aumenta la frecuencia del vaciado de estos contenedores sino que la baja debido a que hay días de fiesta. Más basura de cartón y menos recogida. Al estar lleno, hacemos lo normal, dejar la caja al lado del contenedor. Aquí es donde actúan los comisarios políticos de Carmena. Como la caja no está en el contenedor y lleva el nombre y la dirección del destinatario, multa al canto. 250 euros del ala que le meten. Da igual que alegue que el contenedor estaba lleno, da igual que alegue que usted metió la caja dentro y que algún desaprensivo la sacó, no importa nada, los 250 euros se los meten doblados y sin anestesia.


Conclusión, siga reciclando pero no olvide de quitar la pegatina en la que vienen sus datos y destrozarla en trozos minúsculos. Rompa la correspondencia de igual modo, no deje pistas de su identidad pues un comisario político espera al lado de su contenedor para multarle. Se me ocurre que escriba en la caja el nombre de ese vecino que arrastra los muebles a las 2 de la mañana o que no paga la comunidad. Pero no sea malo, es navidad, simplemente deshágase de las pruebas que le vinculan a esa caja de cartón en la que llegó el regalo para su hijo.