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Lobby feminazi

En este vídeo la abogada Antonia Alba dice unas cuantas verdades al lobby feminazi


El ayuntamiento de Jerez, actualmente en manos de Podemos y PSOE dan todos los años los premios Racimo y Filoxera. El premio Racimo reconoce la labor de aquellas personas que el lobby feminazi del ayuntamiento de Jerez estima que luchan por la igualdad, es decir por pedir privilegios para las mujeres. El segundo premio, Filoxera, se da a aquellas personas que se estima que son machistas, es decir que luchan por la igualdad. Si alguien cree que exagero, le recomiendo que vea a quien le han dado este año el premio Filoxera. Si no les apetece buscar, ya se lo digo yo, a la abogada Antonia Alba. La abogada Antonia Alba es la representante en Cádiz del Movimiento Femenino por la Igualdad Real. Este es un movimiento que pide la igualdad real entre hombres y mujeres, y critica el feminismo radical. Según el jurado, compuesto por periodistas afines y agradecidos, esto es suficiente para darle el premio negativo Filoxera. Esta gentuza se permite señalar con dinero público a quien ellos estiman conveniente, es decir a quien no piensa como ellos o como dicta el lobby feminazi. Esta asociación ha denunciado que existen denuncias falsas y que también hay hombres maltratados. Esto para las feminazis es suficiente para señalar a alguien. El premio Racimo (el bueno) siempre es recogido por el galardonado pero el premio Filoxera (el malo) nunca lo recoge nadie. En el pasado nunca lo recogía nadie pero resulta que en esta última edición, la abogada “premiada”, sí lo recogió. Mandó una carta al ayuntamiento diciendo que iba a ir a recoger el premio. Debido a que este premio lo da el ayuntamiento y no una asociación privada, tenía derecho a recogerlo. Ni corta ni perezosa se plató allí y no solo lo recogió sino que dio un discurso que merece la pena escuchar. El vídeo del discurso está al final y no tiene desperdicio. Básicamente lo que dijo es que luchar por la igualdad real no es machismo y que el feminismo radical no es feminismo.


El lobby feminazi cada día está más radicalizado y tiene más poder. Se han metido en ayuntamientos y comunidades e influyen en la política nacional desde la llegada de Zapatero al gobierno en el año 2004. Hay una campaña en contra del hombre. Según esta campaña los hombres por el hecho de ser hombres somos violadores, maltratadores, machistas, violentos, poco sensibles, egoístas y otro montón de cosas horribles. Este lobby está compuesto por mujeres que no trabajan sino que viven del presupuesto. Su sustento de vida se basa en decir todas estas cosas porque si dejan de decirlas, pierden la subvención. Esto es debido a que si ya hay igualdad en las leyes ¿para qué son necesarias estas asociaciones? Para nada. Este es el problema, que cuando les han dado los privilegios que pedían, para sobrevivir, tienen que pedir más. Ya no solo piden privilegios, los cuales ya les han dado, sino que piden locuras como que la palabra acusatoria de una mujer sobre una violación sea considerada como prueba para condenar al acusado. Se está pidiendo que el principio fundamental de inocencia se elimine y que sea el acusado el que deba demostrar su inocencia.


Algo que creo que sí pueden conseguir a corto plazo es que el que una mujer diga que había bebido cuando mantuvo relaciones sexuales sea suficiente para considerar un acto sexual consentido en violación. No hablo de una mujer que esté tan bebida que no sea consciente de lo que hace, porque eso actualmente ya es considerado abuso sexual sino de una mujer que diga que había bebido un par de copas y que se le subió a la cabeza. Esto lo están pidiendo las asociaciones feminazis y creo que probablemente lo consigan. Una mujer que diga que tomó dos cervezas ya podría acusarte de violación, y ya no digamos si está un poco borracha. Por supuesto para los hombres no rige este principio, si nosotros bebemos no importa, porque ya se sabe, somos violadores en potencia. Podría suceder como sucede con las denuncias de violencia de género, un testimonio de una mujer te lleva a pasar la noche entre rejas. Ahora se iría más allá y un testimonio de una mujer diciendo que estaba bebida cuando mantuvo relaciones te llevaría a pagar una pena de cárcel de 10 o 15 años. A esta locura estamos llegando.


Este es el discurso de la abogada Antonia Alba al recoger el premio Filoxera.