Feminazis
Las feminazis, como cualquier filosofía extremista a quien más perjudica es a quien pretende proteger
Liberty Media, empresa que asumió el año pasado el control de la Fórmula 1, ha anunciado que el mundial de Fórmula 1 que arranca el 25 de marzo en Australia, no tendrá sus tradicionales azafatas porque esta costumbre no encaja con nuestros valores
. El director comercial, Sean Bratches, ha dicho: Aunque la práctica de emplear azafatas ha sido un elemento básico de la F-1 durante décadas, creemos que esta costumbre no encaja con los valores de nuestra marca y está claramente en desacuerdo con las normas sociales actuales. No creemos que la práctica sea apropiada o relevante para la F-1 y sus aficionados, los antiguos y los nuevos, en todo el mundo
. Esta medida también se aplicará Fórmula 2 y GP3. Se unen así a 24 Horas de Le Mans, La Vuelta Ciclista a España y otras competiciones y eventos. No nos deberá extrañar que en pocos años desaparezcan las chearleaders y las azafatas en los congresos, partidos de fútbol y demás actos sociales.
Esta es otra muestra de censura provocada por la campaña del lobby feminazi. Este lobby pretende ilegalizar la prostitución, prohibir que el porno tenga directores masculinos y obligar a que sus películas estén regidas por unas estrictas reglas, es decir una censura. Pretenden censurar los anuncios en los que salgan modelos posando o mujeres en actitud que consideren poco digna. Hasta el sindicato de enfermería gallego ha pedido que se retire el disfraz de enfermera sexi ya que, según estos descerebrados, cosifica a la mujer. Incluso se ha llegado a afirmar que un hombre que se masturbe en la privacidad de su casa pensando en una mujer real es, atentos a esto, ¡violación telepática! Hace poco una enferma de esta filosofía me decía en una conversación por Facebook que el trabajo de modelo es poco digno y que las que se dedican a ello en realidad no son libres para escoger ese oficio.
La palabra feminazi para definir a todas estas locas, es una palabra compuesta por feminista, el cual es un movimiento muy digno y que fue muy necesario para evolucionar a la sociedad, y la palabra nazi. Se usa la palabra nazi no porque sean de ideología nacional socialista sino por su radicalidad y odio a la libertad individual. También se podría haber usado otra palabra sacada de otras filosofías extremistas y contrarias a la libertad como fascista, comunista, colectivista etc. Probablemente sea más acertado llamarlas femicomunistas ya que es un movimiento que surge en la extrema izquierda comunista, pero es una palabra larga y fea. La palabra feminazi es corta y casa perfectamente ya que las palabras feminista y nazi comparten la ene. Por lo tanto simplemente es una palabra que define a un movimiento que no es feminista y que es muy radical y contrario a las libertades individuales.
Las feminazis, como cualquier filosofía extremista y contraria a las libertades, perjudica a toda la sociedad pero en este caso las más perjudicadas son las mujeres. Les coartan su libertad de poder hacer lo que quieran con su cuerpo. Ahora, una mujer debe leerse el libro de estilo feminazi para saber si esta profesión está permitida o si esta otra tiene limitaciones en su ejercicio. Muchas mujeres ya han perdido su trabajo, y es que el trabajo de azafata es tan poco digno que no dejan que una mujer pueda decidir por sí misma si para ella es digno o no, simplemente no lo es. Todo se debe a un bien supremo que es que no se cosifique a las mujeres, como si las mujeres no fueran personas individuales sino un solo ente. Si una mujer hace algo que las feminazis consideran poco digno, esto, según ellas, afectará a todas las demás y es por eso que debe ser prohibido. La libertad individual, la única libertad posible, muere con este pensamiento. Ya no somos personas sino que pertenecemos a una masa social la cual es la que posee los derechos y las obligaciones. Si eres hombre, eres malo y si eres mujer, debes obedecer las directrices del pensamiento único. Cualquier otra forma de pensar será tachada de machista, fascista o lo que es peor, se dirá que justifica la violación o el maltrato. Recientemente una joven que posaba con poca ropa en Instagram vio cerrada su cuenta debido a las denuncias masivas de esta chusma. Y es que esta chica no solo es modelo sino que lo es de tallas grandes, por lo tanto tiene en contra a las feminazis y a todos los tontos que dicen que un cuerpo de la talla 40 o superior no debe exhibirse. Una vez más la censura triunfa en una sociedad que presume de ser libre.
Por si todo esto pareciera poco leemos en ABC una noticia que riza el rizo. Un museo de Manchester quitauna obra de arte, en concreto la obra Hila y las ninfas
. La noticia dice que hace meses hubo una petición para quitar un cuadro en una galería de Nueva York por ser una obra de arte perturbadora
. Nueve mil personas apoyaron esa locura pero el museo no hizo caso. En el caso del museo de Manchester la obra sí ha sido retirada porque quiere cuestionar una época en donde los personajes femeninos solo se representan como sujeto pasivo y decorativo
. Otro triunfo del lobby feminazi. De momento se limitan a quitar obras de arte, dentro de poco las quemarán junto con los libros que estimen oportuno. Al leer la noticia podría haber recordado cuando los nazis quemaban libros en hogueras pero no, en realidad me vino a la mente la turba que quemó la biblioteca de Alejandría. Es un movimiento más parecido. Aquella turba quemó la biblioteca porque en ella había libros que contradecían su filosofía, estos quitan las pinturas porque contradicen la suya. Aquel movimiento era mucho peor, pues también asesinó a Hipatia (la matemática y astrónoma que dirigía la biblioteca) algo que es impensable con este. Algo hemos evolucionado.
¿Hasta cuándo va a durar esto? Sinceramente no creo que dure mucho. Las sociedades siempre tienden a buscar la libertad. A veces, cuando la tiene, como es nuestro caso, busca luchar por algo y como no hay ninguna causa digna que abanderar, se la inventa. Pero cuando se pierde la libertad, rápidamente se vuelve a buscar. En mi opinión esta es una moda pasajera que como mucho durará una década o puede que algo más pero que después de eso, llegará otra generación de jóvenes deseosos de libertad que se revelarán contra la censura y lucharán por poder hacer lo que quieran.