Sindicatos
La realidad de los sindicatos de este país es que son unos chupones del presupuesto público y que no defienden a los trabajadores, se dedican a hacer política y a no trabajar

Hoy, en el día del trabajo, los sindicatos salen a la calle a reivindicar los derechos de los trabajadores. Son los representantes de todos los trabajadores y velan por sus derechos. Gracias a ese duro papel que desempeñan cobran una sustanciosa subvención del Estado. Además se encargan de hacer los cursos de formación a parados para volverles a incorporar al mercado laboral. Eso es lo que dicen ellos, porque la realidad no es esa.
La realidad de los sindicatos de este país es que son unos chupones del presupuesto público y que no defienden a los trabajadores, se dedican a hacer política y a no trabajar. Dicen que representan a todos los trabajadores pero en realidad la mayoría de sus propuestas están enfocadas a evitar el despido de los que tienen trabajo fijo y no a que los que tienen uno temporal tengan uno fijo o que los que no tienen consigan uno. Cuando piden aumentar la indemnización por despido o encarecerlo de cualquier forma en realidad lo que hacen es que sea cada vez más difícil que una empresa contrate trabajadores y cuando no le queda más remedio, los contrate de forma temporal. Un ejemplo claro de esto es cuando Zapatero limitó el número de contratos temporales que una empresa puede encadenar a una misma persona. A medida que el despido se ha ido encareciendo, ha aumentado el paro. Una de las medidas para evitar eso eran los contratos temporales. Una empresa contrataba de forma temporal a un trabajador y si era bueno le renovaba haciéndole fijo. Esta era la idea pero no se hizo así. El despido seguía siendo caro con lo que las empresas hacían contratos temporales y si el trabajador era bueno, hacían otro después y otro y otro… Esto llevaba a que las empresas tuvieran trabajadores durante años y que estos tuvieran siempre un trabajo temporal que iban renovando. Debido a esto, los sindicatos propusieron limitar el número de contratos que una empresa podía encadenar con un mismo trabajador. La consecuencia era cuando ya no se podían encadenar más trabajos temporales, la empresa no te contrataba, el trabajador iba al paro un mes y al mes siguiente la empresa le volvía a contratar. Ahora ya podía encadenar otros 2 años (tiempo máximo de encadenar contratos temporales) contratos temporales de 6 meses. Entonces llegó la última ocurrencia de los sindicatos, prohibir que se contratara a la misma persona una vez acabado el tiempo máximo de encadenar contratos temporales. Zapatero les hizo caso y sacó esa ley. La consecuencia no fue que las empresas a los 6 meses hicieran al trabajador fijo sino que contrataban a otro. Esto es porque el problema fundamental no se soluciona y es que cuando alguien contrata en la previsión que hace del gasto que le ocasiona el trabajador también mete el despido. Un contratante siempre se pone en lo peor para saber si el paso que va a dar puede hacer que tenga que cerrar la empresa. Al contratar a alguien se estima unas ganancias netas (lo que ganas restando los todos los gastos). Si estima que va a tener beneficios, pasa a calcular los gastos que le ocasiona si todo sale mal y tiene que despedir al trabajador. Si los gastos que le ocasiona no se los puede permitir, no se arriesga. Si los gastos derivados del despido y la inversión al contratar al trabajador sí se los puede permitir, entonces hará una estimación sobre si merece la pena. Pondrá en la balanza las posibles ganancias y los gastos. Las ganancias son una estimación pero los gastos no, esos los conoce. Si aumentamos los gastos de despido, habrá menos margen para que un empresario contrate.
Además de no mirar por todos los trabajadores, los sindicatos tienen otros defectos. El defecto mayor es el gasto que ocasionan a las empresas grandes. Las empresas grandes deben tener liberados sindicales. Los liberados sindicales son trabajadores pagados por la empresa que no trabajan en la empresa, están liberados del trabajo. Su supuesto trabajo consiste en velar por los derechos de los trabajadores en esas empresas. Suele pasar que no tienen margen de actuación y son meramente un agujero para enchufar sindicalistas. Os sindicatos basan su fuerza en ellos porque son ellos los que deben agradecer al sindicato tener un sueldo sin trabajar y es por esto que son los que llenan las manifestaciones de supuestos trabajadores. Son la masa social del sindicato. Masa social que pagan los trabajadores pues cuando una empresa tiene que contratar a 2 o 3 o 10 liberados sindicales los sueldos que les paga salen de bajar el sueldo a todos los demás. Este sistema es una de las principales trabas para que la empresas pequeñas o medianas pasen a ser grandes. Al pasar a ser grandes se ven con el sobrecoste de contratar gente que no trabaja y por lo tanto no produce. Hemos dicho que aumentar los gastos de contratación hace que menos empresarios se atrevan a contratar. Bueno pues este es un aumento del gasto. Al contratar a un número determinado de trabajadores, debes de contratar a un liberado sindical lo que aumenta el coste de contratar a esos trabajadores. Esta es una de las mayores trabas para dar el salto de ser una empresa mediana a grande.
Por último los sindicatos dicen representar a todos los trabajadores y los acuerdos a los que llegan afectan o se benefician todos los trabajadores. ¿Por qué hacen esto? Si pagar la cuota del sindicato y por lo tanto pertenecer a él, te da los mismos beneficios que no pagarla ¿por qué pagarla? Sería lógico que los acuerdos a los que llegara el sindicato solo afectaran a sus afiliados y no a todos los trabajadores. Si los acuerdos son beneficiosos para los trabajadores, estos se afiliarán al sindicato porque así podrán disfrutar de ellos. Esto lo hacen porque saben que sus acuerdos no son beneficiosos para todos los trabajadores sino quizá solo para unos pocos. Así si propones aumentar el gasto del despido, lógicamente todos aquellos trabajadores que no tengan trabajo o sea temporal se darían de baja del sindicato, al menos hasta ser contratados con un contrato indefinido. Además al ser los representantes de todos los trabajadores pueden cobrar una subvención del Estado ya que como representan a todos, deben cobrar de todos los que trabajan. Es decir, que no deben velar por todos los trabajadores ya que cobran del Estado y no de los afiliados. Es por esto que se dedican a hacer política. El Estado debe pagarles, le guste al gobierno o no, y ellos no deben obediencia a sus afiliados pues cobran del Estado.