Las leyes de discriminación positiva

Las leyes de discriminación positiva son una locura. Ningún estado de derecho debería permitir leyes que discriminaran a alguien por su condición sexual, religión, raza o género.


Hace poco estaba viendo una seria sobre el asesinato de la ex mujer de O.J. Simpson del que fue acusado y posteriormente absuelto en el juicio. El juicio lo llevaron los abogados defensores por el camino de la lucha racial y lo ganaron a pesar de las pruebas tan aplastantes que existían en su contra. El tribunal estaba compuesto mayoritariamente por negros y eso jugó a su favor. Pero vamos al grano, uno de los fiscales era negro y contó lo que sentía al entrar en la universidad cuando estudió derecho en los 70. Según decía él sacó la nota suficiente para ingresar en la universidad para hacer derecho pero cuando entraba en clase todos le miraban. Las leyes de discriminación positiva aplicadas a partir de los años 70 hicieron que negros con menos nota que blancos entraran a la universidad ya que debía haber una cuota mínima de minorías y eso hacía que muchos entraran teniendo menos nota que otros compañeros de raza blanca.


Independientemente de sí la anécdota es real o es una licencia de la serie, lo cierto es que ese es un ejemplo real. Puede que no en ese caso específico pero sí en otros parecidos. Lo vemos ahora con la discriminación positiva en las listas electorales. Cada vez que vemos una mujer nos preguntamos si está ahí porque vale o porque ser mujer. Eso hace que las mujeres que de verdad valen y que se han ganado estar ahí, tengan que estar siempre demostrando que están donde están porque valen y no por cuota. Lo tienen que demostrar todos los días y si algún día tienen un momento malo, todos pensarán que al fin y al cabo es porque está ahí por cuota. Las mujeres que valen, siempre serán vistas como que no valen solo por las leyes de discriminación positiva. Estas leyes solo benefician a las mediocres.


Volviendo al caso de Estados Unidos y sus leyes de discriminación positiva raciales, viendo las cifras de pobreza te das cuenta de que esas leyes no han servido. Según esos datos el 35% de los negros menores de 18 años y el 33% de los hispanos vive en un hogar considerado pobre. Mientras que los blancos son solo el 12%. El caso que más llama la atención es el caso de los asiáticos cuyo porcentaje es del 13%. El 13% de los asiáticos menores de 18 años vive en un hogar considerado pobre, eso es solo un 1% por encima de los blancos. Los asiáticos son la minoría dentro de las minorías pero han prosperado. Llegaron más tarde que los negros y que muchos de los hispanos, han sufrido en el pasado la misma discriminación pero ahora prosperan. Esto es porque también se ven poco beneficiados de las leyes de discriminación positiva y porque se benefician de pocas ayudas.


Las leyes de discriminación positiva hacen que los que se benefician de ellas se esfuercen menos porque no lo necesitan y los que no se benefician también se esfuercen menos porque no merece la pena el esfuerzo porque es inútil. Esto no lo dice un blanco, esto lo dice Thomas Showell que es un liberal de raza negra en su libro la discriminación positiva en el mundo. También dice que en la universidad los negros con buenas aptitudes rinden más rodeados de gente con buenas aptitudes que rodeados por negros con pocas aptitudes que están en la universidad por las leyes de discriminación positiva.


Al mismo tiempo las ayudas hacen que muchos no quieran prosperar por miedo a perder dichas ayudas. Eso también lo vemos en España. Hay gente que cobra una paga de reinserción social y además se beneficia de ayudas para la vivienda y otra por los hijos. Si encuentran trabajo pierden esas ayudas. El trabajo es temporal y no saben si lo van a conservar por lo que no se arriesgan.


Pero lo que más nos debería preocupar no son estas cifras y teorías pues pueden ser erróneas o cuestionables. Lo que más nos debería preocupar porque no es cuestionable es el atentado en contra de la libertad y la justicia de estas leyes. Una ley de discriminación positiva no deja de ser una ley de discriminación. No se pueden hacer leyes que discriminen por razones de raza, género, religión o condición sexual. No puede ser que alguien no pueda entrar en la universidad teniendo más nota que otro solo por su raza. No puede ser que alguien no pueda acceder a un puesto directivo que se merece porque la ley no le deja solo porque es un hombre. No puede ser que unos niños cobren una pensión de orfandad si la que muere es su madre pero no si el que muere es el padre. Lo de las cuotas de directivos en las empresas no pasa aunque hay una campaña muy fuerte para que pase. Lo de la pensión de orfandad sí pasa o pasará en breve en España. En cuanto se aprueben los presupuestos de este año eso pasará. Hay una partida presupuestaria de 4,8 millones de euros para dar pensiones de orfandad para los hijos cuya madre haya sido asesinada por su padre pero no para los hijos cuyo padre haya sido asesinado por su madre.


Las leyes de discriminación positiva son una locura. Ningún estado de derecho debería permitir leyes que discriminaran a alguien por su condición sexual, religión, raza o género.