El mito del coche eléctrico y las energías renovables
El coche eléctrico es incompatible con las energías renovables debido a que la demanda eléctrica no se corresponde con la forma en que se genera la energía de fuentes renovables
El coche eléctrico es incompatible con las energías renovables debido a que la demanda eléctrica no se corresponde con la forma en que se genera la energía de fuentes renovables.
Empecemos explicando cómo se generan las energías renovables. Las energías renovables como la generada en paneles solares o aerogeneradores (molinos de viento) generan energía dependiendo de la cantidad de luz o viento que haya. La generación no se puede ajustar a la demanda ya que si por ejemplo es de noche no se podrá generar energía aunque haya una alta demanda. Lo mismo ocurre con los molinos de viento, estos dependen de que haya viento y que además este no sea excesivo. Cuando hay mucho viento los generadores deben parar para evitar romperse. Algo parecido ocurre con los paneles solares. Cuando hay una ola de calor y el sol aprieta mucho los paneles generan menos energía debido a la acumulación de calor. Cuanto más calor menor es la conductividad de los cables que transportan la energía eléctrica. Los paneles solares tienen una temperatura de rendimiento óptima, si la temperatura sube o baja de ahí el rendimiento es menor.
Ahora vamos a explicar cómo funciona el coche eléctrico. El coche eléctrico tiene unas baterías en las que se acumula la energía. Actualmente el coche con mayor capacidad de carga es el Tesla P100 con una batería de 100kWh (kilo vatios hora). Esta batería da una autonomía de 600 kilómetros, siempre en un banco de pruebas en la vida real la autonomía es menor. Estas baterías pesan 600 kilos lo que hace el coche más pesado que otro de las mismas características, por ejemplo pesa 300 kilogramos más que el Audi A8. Pero este no es el problema ya que la tecnología de las baterías sigue evolucionando y se podrá reducir el peso y aumentar la carga. El problema es cargar las baterías.
Vamos a poner un ejemplo. Imaginemos que ya todos tenemos un coche eléctrico. El primer problema es un problema de instalación. Si vivo en un edificio o urbanización con muchas viviendas el garaje deberá estar adaptado al coche eléctrico. Actualmente en España los constructores tienen la obligación de electrificar (poner puntos eléctricos) el 10% del garaje. Esto significa que al menos en la mayoría de las comunidades de vecinos la instalación del garaje debe ser cambiada. Este es un problema sencillo de solucionar, solo es necesario poner dinero pero técnicamente es posible hacerlo ya mismo. El segundo problema es más complicado. El segundo problema se debe a la cantidad de coches que habría cargando. Si vives en un edificio con 200 viviendas, algo que no es tan descabellado si vives en un edifico de Madrid con 10 o 12 alturas y 5 portales (cuatro pisos por planta y 10 alturas son 40 viviendas por 5 portales son 200 viviendas) o si vives en una urbanización con 4 alturas pero con 10 portales salen más o menos 200 viviendas. Supongamos que solo la mitad de vecinos tienen coche, algo que no es muy normal porque resulta más fácil encontrar viviendas con dos coches que sin coche, eso nos da 100 coches. Esos coches van a cargar más o menos todos al mismo tiempo ya que los horarios de trabajo son los mismos. Actualmente no hay potencia eléctrica que cubra esa demanda. Si todos los edificios de por ejemplo Madrid ponen a cargar los coches al mismo tiempo con una potencia máxima, no hay infraestructura que lo soporte. Actualmente lo que se llama tasa de simultaneidad eléctrica que es del 0,5. Esta tasa lo que dice es que no todos los hogares van a demandar la máxima potencia eléctrica contratada al mismo tiempo. Si todos los hogares demandaran la máxima potencia al mismo tiempo no habría electricidad para todos, probablemente habría un apagón. Cuando cargas un coche eléctrico se demanda la máxima potencia y esto es porque si no, la carga es eterna. Un Tesla P100 con un cargador casero de 3,7 kWh tardaría en cargarse 26 horas. Pongamos de ejemplo un coche más utilitario. El Nissan Leaf tiene unas baterías de 40 kWh que tardarían 11 horas en cargarse en con un cargador casero. Hay que decir que cargar un coche es como cargar un teléfono móvil, al principio cuando la batería está baja la carga es rápida pero a medida que se va cargando se tarda más en cargar y así el último 20% de carga es el más lento.
¿Pero y si vamos a una estación de carga o electrinera? Una electrinera (gasolinera para coches eléctricos) es una estación de carga de coches. Estas estaciones tienen lo que se conoce como supercargadores. El mejor de todos estos supercargadores es el de Tesla. Si tienes otro coche eléctrico, de momento no puedes cargarlo en ese supercargador porque Tesla no comparte su tecnología. Ese supercargador tiene una capacidad de carga de 120 kWh y carga un Tesla P100 al 80% en 30 minutos. Hemos dicho que el 20% final de carga es el más lento. Además esta tecnología evoluciona y en breve saldrá el cargador de 130 kWh. El problema es que si tienes un coche al lado cargando el tiempo se duplica ya que hay dos estaciones de carga por cada subestación eléctrica. Además la estación depende de la red eléctrica, por muy buena que sea la subestación y por muy bueno que sea el cargador si la red, tiene un límite y hay muchos coches cargando en la ciudad además del consumo eléctrico normal, vendrán los problemas. Necesitamos una red eléctrica nueva en la que hay que invertir mucho dinero si queremos tener electrolineras eficientes.
Ahora que tenemos explicadas las dos partes, podemos ver que necesitamos una red que no tenemos pero además una forma de generar energía que dependa de la demanda. El problema de la red es solucionable, solo hay que invertir mucho dinero pero técnicamente se puede. Hemos visto como el cargar de manera masiva coches eléctricos lleva al colapso de la red (algo solucionable) pero también de la generación de energía. Si esta energía se genera dependiendo del clima, que es como se genera energía en las renovables, esta generación no corresponde con las horas de demanda que requiere tener ciudades con coches eléctricos. Muchos coches cargarán cuando lleguen de trabajar, con lo que será de noche o anochecerá en pocas horas y además puede que no haya viento. Si la carga masiva se produce cuando la gente está trabajando, el problema es el mismo y si se produce en supercargadores al salir del trabajo, el problema es el mismo. Tendríamos que turnarnos para cargar los coches y además si se cargan en el garaje de casa no sería posible cargarlos todos en 24 horas con lo que habría días en los que sí podrías usar el coche y días en los que no.
Existe una nueva forma que son las carreteras con red toma de corriente. Los coches al circular por estas carreteras se cargarían por inducción eléctrica. El problema es que hay que hacer una red, generar toda esa cantidad de energía, idear una forma de pagar por esa carga y pagar la factura de todo ese despropósito. Una carretera de estas cuesta 1 millón de euros por kilómetro.
En conclusión, el coche eléctrico usado de forma masiva implica nuevas formas de generar energía si queremos que sea energía limpia y generada bajo demanda e invertir miles de millones en la red eléctrica. Es más limpios el coche híbrido ya que son coches poco contaminantes que además no generan estos problemas de red y generación eléctrica.