Ley Electoral
Cada cierto tiempo surge una noticia sobre el cambio de la ley electoral. La ley electoral actual es una ley anticuada aunque de las propuestas para reformarla no me convence ninguna
Cada cierto tiempo surge una noticia sobre el cambio de la ley electoral. Normalmente estas quejas vienen desde Podemos o Ciudadanos. Esto es así porque siempre se queja aquel que sale menos favorecido por la ley electoral y piensa en otra ley que con los mismos votos le otorgue más escaños. La ley actual es una ley anticuada y que se basa en unas circunscripciones que se determinan por provincias. Este es un sistema que viene del siglo XIX. Las diputaciones también son producto de la misma división. Al igual que las diputaciones deberían de haberse suprimido con las comunidades autónomas y estas deberían haberse quedado con las competencias, el sistema electoral debería haber cambiado ya que la España de ahora no se parece a la del siglo XIX. Las circunscripciones no reparten la población de forma uniforme, ya que las hay con muy pocos habitantes en algunas provincias y otras tienen muchos. En el siglo XIX esa diferencia no era tan grande. Claro está que las circunscripciones con muchos habitantes tienen más diputados electos que las que tienen pocos habitantes, pero en las circunscripciones que hay muy pocos habitantes el número de electores por diputado es muy bajo y esto hace que un votante en Madrid, tenga su voto menos importancia que otro de Soria. Con esto pasan cosas como que en una provincia con por ejemplo 3 diputados en juego, estos sean elegidos con menos votos que otros elegidos en provincias con 30 diputados. Además si un partido en una provincia diagmos que por ejemplo tiene 2.000 votos y se ha quedado a 100 votos de tener un diputado, todos esos votos (los 2.000) los perderá y no sumarán para otra provincia. Podría ocurrir que un partido tuviera 100.000 votos pero repartidos de tal manera entre las provincias que en ninguna llegara a los votos suficientes como para sacar un diputado, con lo que no tendría representación parlamentaria, y otro partido con la mitad de votos pero que como están juntos en una sola provincia saque 10 diputados. Este problema ha intentado resolverlo Ciudadanos poniendo unos diputados extra en el parlamento que recojan todos esos votos que se pierden, es decir una circunscripción extra con 50 diputados que se repartan entre todos estos votos que quedan sueltos. Todos los votos que no lleguen a sumar para sacar un diputado se juntarían con los de toda España. Esto favorece a los partidos que se presentan en toda España en vez de en unas pocas provincias. Los partidos tradicionales no quieren este sistema, porque los nacionalistas s presentan solo en su comunidad y no en toda España y los mayoritarios porque ellos ganan en las provincias menos pobladas, quedándose así con esos diputados con menos votos. Claro está que Ciudadanos no lo hace porque sea mejor para España y peor par los nacionalistas, sino porque es mejor para ellos y peor para que los mayoritarios saquen mayoría absoluta, eso les da más poder. Digo esto porque Ciudadanos ha ido modificando su propuesta de ley electoral en función de sus resultados. Al principio su propuesta electoral se limitaba a oponerse a que la representación mínima estuviera en el 5% de los votos en las elecciones municipales y de comunidades autónomas, porque ellos en muchas comunidades no llegaban a ese mínimo. Ahora quieren este cambio que les favorece.
Sabiendo que no existe una ley electoral que sea perfecta y después de leer varias formas, la propuesta que más me convence es la siguiente. Primero quitaría las circunscripciones actuales y haría distritos electorales. Los distritos electorales no se repartirían por provincias sino por número de electores. Cada distrito tendría un solo diputado y más o menos el mismo número de votantes. De esta forma se consiguen dos cosas. La primera es que más o menos el mismo número de electores votaran para elegir un diputado en el parlamento. Se evitaría de esta forma que el voto de una circunscripción tuviera menos electores y que por lo tanto su voto tuviera más valor. La segunda es que al ser elección directa se rompe el poder de los partidos. Cada distrito elige a su diputado y este, debe su poder a los votantes y no al partido. Actualmente los partidos hacen las listas cerradas y de esta manera los diputados deben su elección al partido. Si los diputados deben su escaño a los electores en vez de al partido podría darse que diputados de un partido voten una propuesta de otro partido porque favorece a sus electores. Se rompería de esta forma el voto de partido.
La otra medida que pondría es dar unos escaños extra al ganador de las elecciones para favorecer la gobernabilidad. En los sistemas totalmente proporcionales es muy difícil sacar alguna vez mayoría absoluta. Las mayorías más aplastantes han sido con un poco más del 40% de los votos. Que no existieran unos escaños extra para el ganador provocaría que las minorías tuvieran mucho más poder que las mayorías, ya que el apoyo de estas minorías siempre sería necesario para gobernar. Un partido con el 5 o el 10% de los votos y por ejemplo unos 200.000 votos, tendría más poder que los partidos con el 25 o 30% y millones de votos, porque siempre es necesario contar con su apoyo. Esto se corrige dando unos escaños extra de tal manera que habrá legislaturas en la que sea necesario contar con los votos de esas minorías pero habrá otras en las que no.